¿Por qué es tan importante la detección de la hepatitis?

¿Por qué es tan importante la detección de la hepatitis?

La celebración del Día Mundial contra la Hepatitis, este 28 de julio, es propicia para alertar acerca de la importancia del diagnóstico oportuno de la enfermedad, única forma de hacer seguimiento a su evolución y comprobar su completa remisión. El Dr. Miguel Garassini, gastroenterólogo – hepatólogo del Centro Médico Docente La Trinidad, aprovecha la ocasión para explicar por qué nunca se deben ignorar las señales de una hepatitis.

Fiebre, orina oscura, coloración amarilla de la piel, decaimiento y malestar general son señales a las que debe atenderse inmediatamente. Si bien las hepatitis virales en su fase aguda o inicial pueden resolverse sin la administración de medicamentos, la visita al médico es necesaria para determinar el tipo de virus por medio de un examen de sangre. Salvo que se trate de una hepatitis A, que no conduce a una fase crónica, todas  las hepatitis virales pueden derivar en complicaciones, que evolucionan de forma asintomática, si el virus no abandona el organismo, por lo cual es indispensable hacer pruebas de seguimiento.

“La hepatitis se diagnostica con un examen de sangre específico: ya que todas se manifiestan clínicamente igual en la fase aguda de la enfermedad, es  imposible determinar qué tipo es a partir de los síntomas”, apunta el especialista. Asimismo, resalta, es obligación del médico tratante efectuar un examen final que compruebe que el virus no ha quedado en sangre. De ser así, se debe administrar el tratamiento correspondiente bien sea para eliminarlo (hepatitis C) o mantener controlada la infección (hepatitis B) y evitar que la enfermedad evolucione hacia una cirrosis hepática con todas sus complicaciones asociadas.

Por otra parte, dado que en algunos casos la hepatitis puede ser asintomática en su fase aguda, el especialista recomienda estar alerta a los valores hepáticos que arrojan los perfiles generales de rutina. “Toda persona con las transaminasas discretamente elevadas, debe descartar hepatitis B y C. Es posible que no sepa que en algún momento tuvo la enfermedad y que ahora tenga hepatitis crónica”, alerta Garassini.

Caracas, julio 2015

Por Lena Jahn Santorufo
lena.jahn@cmdlt.edu.ve